Un arrorrock para el pobre mellizo Elvis


Conozco cosas del rock que no conocen ni los que hicieron el rock. Porque la madre de Elvis en algún momento llegó a renegar del nene: le habían dicho que tendría mellizos y eso para ella fue too much. Lamentablemente el hermano mellizo de Elvis murió al nacer. Para mí que fue el ego de Elvis el que lo mató. Y esto no es mala onda mía. Lo que yo puedo contarles es que la madre de Elvis dejó a Elvis en las orillas del Mississippi, cerca de Tupelo, donde Elvis nació. Y fui yo, a regañadientes, quien lo volvió a dejar en la cunita. Lo ví cerca del roquedal, donde yo pasaba mis vacaciones en mi eterno recorrido por el mundo, y allí fue que le canté un arrorrock por el simple hecho de apagar su voz. Sí, amigos, perdonen, pero es así: nunca me gustó la voz de Elvis. Pero como supe que esa voz iba a pegar tarde o temprano, y como ya me lo imaginaba con jopo y moviendo la pelvis, dije: tengo que ayudar a este nene por el bien del rock. Aparte un melli sin hermano melli que le contrapese un poco el ego se transforma en dos veces sí mismo: es un efecto de duplicación del ego llamado mirtalegranization. A regañadientes, como digo, le canté, para que cerrase la boca de una buena vez: arrorrock, my baby / arrorrock my sun / arrorrock a’ pieces / pieces of my heart.

1 comentario:

Héctor Castagnolo dijo...

Jajaj... siempre me arrancás una sonrisa, cabrón.
!Mirtalegranización! jajajajaja
Un abrazo, no dejés de hacer cosas como éstas.